Todos conocemos al ilustrador español más famoso y cotizado, incluso tiene club de fans, muestra del fenómeno en el que se ha convertido. Su nombre ha pasado a ser un auténtico referente de moda y sus productos son ya objeto de coleccionistas y de fashion victims que se sienten identificadas con sus ilustraciones.
Este auténtico genio se inspira en modelos y últimas tendencias de pasarela para crear y vestir a sus personajes. Son siempre personajes estilizados y modernos, cosmopolitas, siempre guapos y perfectos, arreglados a la última y llenos de glamour.
Las ilustraciones de Jordi han llegado a lo más alto de la moda, no unicamente por sus increibles diseños sino también por el estilo de vida que nos muestran sus personajes. Cualquiera que vea estos dibujos siente un gran deseo aspiracional y de querer imitar las situaciones en las que estos personajes se encuentran.
Nos gusta de ellos no sólo quienes son sino lo que llevan puesto, qué comen, qué beben, a qué fiestas y restaurantes acuden, con qué tipo de gente se juntan, etc.
Es comprensible que aparezca este deseo ante una serie de televisión de moda, pero estamos ante unas ilustraciones que aún siendo estáticas hacen que te mueva a imitarles.
¿Cómo es posible que deseemos ser la imagen que aparece en un simple bolígrafo?
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